¿Cómo nace un obispo?

Nació en Pradejón, España, un pueblo básicamente agricultor en aquel momento, pero que ha ido creciendo e innovándose con el pasar de los años. Allá quedaron sus amigos de la infancia, a quienes suele ir a ver una vez al año, pero asegura no extrañar el lejano Pradejón, y sentirse feliz en el lugar que hoy es su casa: Alajuela.

Ni él ni sus amigos pensarían que de una lejana diócesis, algunos años más tarde, se convertiría obispo, y que al pasar ya no lo saludarían como: “Ángel”, sino como “Monseñor”.

Hoy obispo de Alajuela, Monseñor Ángel San Casimiro repasa con nosotros algunos de los momentos de su carrera apostólica que ha estado llena de peculiaridades.

Monseñor Ángel San Casimiro.

Monseñor Ángel San Casimiro.

Entró a los diez años al seminario menor, y a los veintiún años hizo sus votos permanentes de religiosidad.

¿Cómo llegó a Costa Rica después de la ordenación sacerdotal?

Es muy curioso, dicen que uno pone y Dios dispone. A los 23 años me ordeno de sacerdote y unos meses después me destinan a México. Por el asesinato de seis terroristas por el gobierno español y las tensiones entre los ministros de relaciones exteriores de México y España, nos declaran non-gratos a los españoles en México, yo tuve que salir y estuve un mes en El Paso, Texas. Mi superior se comunicó conmigo y me dijo: “ya que has cruzado el charco, vete para Costa Rica”.

¿Qué es lo que más le gusta de Costa Rica?

La acogida que se le da por parte del costarricense a quien viene de fuera. Yo llegué muy joven, a los 23 años, a Costa Rica, y llegué a un barrio muy querido, el Barrio El Carmen de Alajuela, y aunque decían que ir a ese barrio era muy peligroso, no sé por qué, yo siempre me encontré muy en familia y eso fue lo que me hizo enamorarme de este país del que ya soy ciudadano por naturalización.

¿Qué es lo que más disfruta y más le llena de ser obispo?

Mons. Ángel: "En la persecución es donde realmente se prueba la fidelidad que uno tiene para el Señor"

Mons. Ángel: «En la persecución es donde realmente se prueba la fidelidad que uno tiene para el Señor»

Lo que más me gusta es cuando estoy en la función para la cual Dios me llamó, sirviendo a mis hermanos. Sea a través del culto, del anuncio o de la ayuda concreta. Cuando estoy realizando ese servicio, es cuando más a gusto me siento y cuando me doy cuenta que estoy viviendo la identidad que siempre quise, y cuando uno vive lo que siempre ha querido ser, ahí es donde está precisamente la felicidad.

¿Le tiene miedo a la persecución?

Miedo no, por cuanto uno sabe bien que si quiere ser consecuente con tu identidad y tu función, estás expuesto a persecución, por supuesto no la busco, por supuesto no me gusta, te soy muy franco. Pero si viene, la vida me ha enseñado a aceptarla como fruto de la misión que tengo que cumplir. Algunas veces ha sido con fundamento, otras sin fundamento, pero yo creo que en la persecución es donde realmente se prueba la fidelidad que uno tiene para el Señor.

Monseñor Ángel durante las procesiones de Semana Santa en Alajuela.

Monseñor Ángel durante las procesiones de Semana Santa en Alajuela.

¿Cómo fue el momento en que le dijeron que había sido designado como obispo de Ciudad Quesada?

Mira, me sentí más niño que nunca… fue con el señor nuncio, en aquel momento, don Giacinto Berloco, y cuando él, sentado así como estamos tú y yo, me soltó la noticia de que había sido tomado en cuenta por Juan Pablo II, para ser el primer obispo de la diócesis de Ciudad Quedada, la primera reacción que tuve, y no me da vergüenza decirlo, fue llorar. Llorar, que es el arma de un niño cuando le mandan a hacer algo que sabe, y piensa que no puede hacer. En ese momento afloraron las lágrimas en mí, porque yo no me sentía apto para esa misión, pero fue el señor nuncio con mucha paciencia y mucho cariño quien me hizo caer en la cuenta: “Padre, la misión para la que Dios le llama no es para que usted la haga, Él se encargará de hacerla, usted simplemente dele lo que usted puede, que son sus talentos, 1, 5, 10 o 15”.

Monseñor Ángel recuerda con especial cariño los doce años como obispo de Ciudad Quesada, asegura que este tiempo lo marcó. Fue promotor como obispo (aunque asegura que muchas de las luchas que hizo la Iglesia en ese momento no fueron reconocidas) de la oposición a proyectos como la minería a cielo abierto en Crucitas; sin embargo, asegura que el reconocimiento de los hombres no es el motivo por el cual se lucha, sino el reconocimiento de Dios. Entre los retos que afrontó se encontró en primer lugar la evangelización, después la agricultura de la zona, la migración por parte de los nicaragüenses y la extracción de carbón del monte Castro Cervantes (por medio del Padre Eladio Sancho).

¿Cree que una homilía es capaz de cambiar la vida de quien la escucha?

Entrevista_Monseñor-17Definitivamente, y si yo como sacerdote no caigo en la cuenta de esto, es que estoy ciego en este sentido: Un 85% de la gente que me escucha a mí hablar sobre el evangelio y la necesidad del Reino de Dios, es precisamente en la homilía, quienes van a misa el domingo, de ahí la obligación de nosotros los sacerdotes de prepararnos debidamente y darnos cuenta de que esa palabra que proclamamos no es nuestra, sino que es Palabra del Señor, y debo esforzarme y trabajar porque esa palabra llegue a quien la escucha.

¿Cuál es la principal necesidad y cuál la principal fortaleza de la Iglesia en Costa Rica?

Para mí la necesidad principal de la Iglesia en Costa Rica es, como nos han dicho Jesús y el Papa Francisco, el recuperar la dimensión misionera. Como ha dicho el Papa: “No se encierren en las iglesias”, y cuando uno sale le puede pasar como a las personas, puede caerse y herirse, pero prefiero una Iglesia herida porque sale, que una Iglesia enferma por el aire viciado del templo, porque en un edificio en el que no abres las ventanas y que salga el aire, este se contamina.

Y la mayor fortaleza son sus laicos, y lo digo por experiencia propia, porque cuando convocamos para llevar adelante un plan pastoral la respuesta del laicado es admirable, para mí esa es la mayor fortaleza de la Iglesia en Costa Rica.

¿Cree que los medios de comunicación en Costa Rica son justos al retratar la realidad de la Iglesia a la sociedad?

Foto MonseñorBueno, es que responder a esta pregunta… Depende de quién la responda. Yo personalmente quiero ser bien pensado, y quiero pensar que ellos proyectan su verdad sobre la Iglesia, mas no la verdad, y es por esto que algunos caen en un sensacionalismo grande, es decir “hay que llamar la atención de lo que digo” y la Iglesia es una noticia vendible. Pero hay que sacarle lo positivo.

Si por algo ha destacado Monseñor Ángel ha sido por su pasión al proclamar la homilía, una pasión que lo ha llevado a ganarse el cariño de los laicos que componen la diócesis que pastorea hoy en día. No ha dudado en hablar de temas sociales y no ha dejado a un lado las necesidades de la gente, estos son los principales atributos que caracterizan a quien es hoy el Obispo de la  ciudad y diócesis de Alajuela.

Edición: Samantha Coto
scoto@2020comunicacion.com

Fotografía: Lorena Bogantes
Lorena.bogantes@gmail.com